Una situación dantesca se vivió la tarde de ayer en el sector Cerro La Cruz de Santa Ana, municipio Gómez, cuando la comunidad decidió tomar la justicia por sus manos y quemó vivo a Jhonatan Guzman Marval Marcano de 34 años, que presuntamente violó a una escolar de 12 años residenciada en esta zona.
Según comentaron vecinos de la localidad, pasadas las 12:00 del mediodía la niña recibió un mensaje de texto de una compañerita de clases donde la invitaba a su casa para contarle algo urgente.
Al parecer la hijastra del presunto violador dejó el celular olvidado en su casa y el depredador sexual aprovechó esto para engañar a su víctima.
Al llegar a la vivienda, la víctima fue recibida por el padrastro de su amiguita, quien le comenta que su hijastra está en el baño y le pide que la espere adentro. Esta habría sido la artimaña que usó este sujeto para lograr que la pequeña entrara a la vivienda y posteriormente abusar sexualmente de ella.
El hombre le subió el volumen de la música que escuchaba y en el baño de la casa procedió a violarla.
Después de ser atacada, la niña logró salir de la vivienda y correr hasta su casa donde contó a sus familiares lo que había sucedido.
Allí comenzó la cacería del “Monstruo del Cerro La Cruz”, como lo llamaron los vecinos, quien trató de escapar del sector, pero fue capturado presuntamente cuando intentaba abordar una unidad de transporte público.
El pueblo enardecido atacó, aproximadamente a las dos de la tarde, al degenerado quien, según algunos presentes en el linchamiento, admitió haber cometido la violación.
Testigos comentaron que en el baño de la residencia del presunto violador, encontraron una toalla llena de sangre y heces fecales. El hombre convivía con su concubina y dos hijastras.
El pueblo enfurecido arremetió violentamente contra el sujeto y le propinaron patadas, palazos y pedradas para ajusticiarlo por el crimen cometido. Pero a pesar de la bestial paliza, no murió en ese momento.
Efectivos de la GNB y Policía del estado se apersonaron al lugar para detener la golpiza, pero los enardecidos habitantes de la zona impidieron su intervención.
Entonces la multitud decidió acabar con la vida del pervertido quemándolo vivo. El sujeto, quien sujetaba una biblia en sus manos, fue rociado con combustible y comenzó a arder.
Quienes observaron como este hombre se consumía en las llamas aseveraron que estaba poseído.
“Ese monstruo tenía un pacto con el diablo. Con todos los golpes y la quemada que tenía no se terminaba de morir”, dijo una de las mujeres que presenció el hecho.
Debido a que seguía con vida, la muchedumbre le volvió a prender fuego para asegurarse de su muerte.
Fuente: El Sol de Margarita
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