miércoles, 1 de diciembre de 2010

Gobernador decreta estado de alerta y de emergencia en Nueva Esparta


El gobernador del estado Nueva Esparta, Morel Rodríguez, decretó en horas de la tarde de ayer el “estado de alerta y de emergencia” debido a la afectación ocasionada por las continúas precipitaciones caídas durante los dos últimos días.
 
De acuerdo con el artículo 1 del decreto, el propósito es priorizar objetivos orientados a organizar y ejecutar acciones para solventar la situación en territorio insular.

Asimismo, exhortan a las autoridades nacionales y municipales a colaborar con recursos humanos y materiales. Piden a ciudadanos, instituciones y empresas ayudar con agua potable, alimentos no perecederos, insumos de limpieza personal, enseres y otros para las familias afectadas y damnificadas.

Según el decreto presentado, las clases están suspendidas por 72 horas. También establecen que se notifique al Presidente de la República, a la Vicepresidencia y al Ministerio de Interior y Justicia sobre la gravosa condición en que se encuentra la entidad, solicitando a su vez cooperación en recursos materiales para subsanar los daños causados por las lluvias.

HASTA EL CUELLO  
Una de las poblaciones más golpeadas por los torrenciales aguaceros fue el municipio Marcano, donde las casas y locales comerciales tenían el agua “hasta el cuello”.

Luego de 11 años de vivir la pesadilla del deslave en Vargas de 1999, habitantes de esa jurisdicción estaban asustados y preocupados de ver cómo las calles, avenidas, viviendas y locales estaban inundadas de aguas provenientes de los ríos El Toro, Mateo y San Juan, los cuales rebasaron sus límites en horas de la mañana de ayer.

La odisea en Juan Griego comenzó, según contaron personas afectadas, desde las siete de la mañana de ayer, cuando las fuertes corrientes de agua comenzaron a tapar las aceras y brocales e impedir la circulación peatonal y vehicular.

En sectores como Las Piedras de Juan Griego, Boca de Monte I y II, Los Millanes y Pozo Blanco, el agua alcanzó aproximadamente un metro de altura, lo que causó daños a enseres de cientos de personas, quienes estaban frente a sus viviendas esperando que cesarán las lluvias. 

Ante la situación de alerta, Corpoelec suspendió el servicio eléctrico para evitar alguna tragedia.

“Segunda vez que vivimos está situación. La primera fue la de Vargas en el año 1999. Desde las nueve de la mañana comenzó todo a anegarse”, dijo una señora, mientras trataba de cruzar una de las avenidas de Juan Griego.

Katherine Gómez, quien estaba sentada frente a su residencia y veía cómo pasaban las fuertes corrientes de agua, dijo que desde las siete de la mañana comenzó la preocupación. “A medida que pasaban las horas, subía el agua. Nos quitaron la luz y no tenemos agua para tomar. Hay niños aquí”.

DESLIZAMIENTO  
Las vías de Taguantar y El Portachuelo estuvieron cerradas durante horas debido al deslizamiento de lodo, producto de los ríos que bajaban desde las montañas. Largas colas de vehículos se formaron en ambos sentidos de la vía Taguantar-Juan Griego, la cual fue limpiada por una maquinaria de la Gobernación insular. 

Muchas personas se asombraron al ver que el mar se tornó de color marrón, debido a las aguas de las quebradas que desembocaban en él. Asimismo, la formación de pequeñas cascadas en los cerros.

BASÍLICA CERRADA 
El cauce del río El Valle aumentó, pero no a niveles alarmantes; incluso, los moradores aprovecharon para bañarse en sus aguas.

La Basílica Menor de Nuestra Señora del Valle fue cerrada ayer. Los vendedores de artículos religiosos y las tiendas del alrededor del templo, no funcionaron este martes.


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