lunes, 23 de agosto de 2010

Al menos cuatro turistas murieron en toma de rehenes


El ex oficial de policía que mantuvo secuestradas a 25 personas en un autobús de Manila durante más de doce horas, ha muerto tras un tiroteo con las fuerzas de seguridad filipinas, informaron fuentes policiales. Hay varios heridos entre los 16 últimos rehenes que permanecieron en el vehículo y fue confirmada la muerte de cuatro de ellos.

Se conoció que se registró un tiroteo en Manila, luego que un ex policía aparentemente exigía que le entregaran su trabajo al tomar un vehículo con 25 personas provenientes de Hong Kong.

El secuestrador liberó primero a seis pasajeros, entre ellos tres niños, y luego a un turista de Hong Kong de 73 años y a un fotógrafo filipino.

El conductor del autobús habría logrado escapar del vehículo, de acuerdo a CNN. EFE dio a conocer que en declaraciones a una radio local, que ninguna persona había resultado herida, aunque ese extremo no ha sido confirmado por la Policía.

Luego que los cuerpos policiales intentaran entrar a la unidad de transporte, se escuchó una fuerte ráfaga de disparos de acuerdo a CNN. Se ven impactos de bala en una de las ventanas del vehículo.

"Disparé a dos chinos. Voy a matarlos a todos si esto continúa", había declarado el ex policía en declaraciones a la emisora de radio Mindanao Network.

Un periodista de la AFP en el lugar había oido disparos.

Sin embargo, los policías, agachados junto al autocar sobre el que apuntaban sus armas de fuego, no lograron entrar de inmediato en el vehículo, cuyas ventanas y puertas intentaban romper.

Al menos 22 turistas hongkoneses y tres ciudadanos filipinos se encontraban en el autobús cuando se produjo la toma de rehenes, según la policía.

El ex policía que mantiene secuestrados a 16 rehenes en el interior de un autocar en Manila ha amenazado con matarlos si las fuerzas de seguridad se aproximan y se han escuchado disparos.

Aparentemente, de acuerdo a AFP habría dos rehenes heridos.

En declaraciones a una radio local, el secuestrador ha dicho que "estoy viendo a muchos SWAT (miembros de los comandos de intervención). Sé que quieren matarme. Tienen que irse todos porque en cualquier momento haré lo mismo aquí".

El autobús estaba estacionado cerca de un parque cuando el secuestrador, identificado como Rolando Mendoza, un ex inspector de policía, subió a bordo, contó el jefe de la policía local, Leocadio Santiago, a la radio DZBB de Manila.

Mendoza, un policía condecorado, fue despedido en 2008 de la policía tras haber sido acusado de robo, extorsión e infracciones relacionadas con la droga.

"Hay niños y adultos a bordo del autobús", afirmó, y añadió que "el secuestrador va armado con un fusil de asalto M16".

"Las negociaciones continúan" y el autobús fue aislado, aseguró el portavoz de la policía nacional, comisario Agrimero Cruz, mientras la televisión sigue en directo la toma de rehenes.

Por el momento no se han registrado disparos en el lugar y se desconoce el móvil del secuestrador.

Imágenes de televisión mostraban el autobús estacionado frente a una tribuna del Rizal Park, un lugar muy visitado por los turistas en pleno corazón de Manila.

"Nunca vivimos algo así antes, estamos muy preocupados", declaró Jospeh Tung, director general del Consejo de turismo de Hong Kong, que niega haber recibido la petición del pago de un rescate.

Las autoridades consulares chinas en Filipinas hicieron un llamamiento a encontrar una salida pacífica a la crisis.

"Queremos que se haga todo lo posible para garantizar la seguridad y la integridad de nuestros ciudadanos", declaró Bai Tian, responsable adjunto de los servicios consulares chinos en Manila.

Horas antes de la toma de rehenes, un ciudadano surcoreano fue abatido en otro barrio de Manila por hombres armados. La policía afirmó que no existía vínculo alguno entre los dos sucesos.

Este incidente recuerda una toma de rehenes de 2007, cuando un hombre que sufría trastornos psicológicos y armado con una granada secuestró a 30 niños, que liberó al cabo de diez horas. 
 

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